Una nueva opción terapéutica evita las recaídas en las mujeres con el cáncer de mama más común
Fuente: www.elmundo.es
“Paso a paso”, insiste el jefe de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, Miguel Martín. Con esta filosofía, la investigación en el cáncer de mama va sitiando al tumor y dejando cada vez menos oportunidades. Lo último en aterrizar al arsenal terapéutico es añadir el uso de un fármaco, ribociclib, a la terapia hormonal para reducir el riesgo de recaídas en pacientes con el subtipo más común de cáncer de mama.
El cáncer de mama luminal HR positivo y HER2 negativo es el subtipo más común y representa casi el 70% de todos los casos de tumor de pecho. En España este grupo lo formarían unas 24.000 mujeres, ya que la estimación de nuevos casos de cáncer de mama en nuestro país se encuentra alrededor de 34.750. Se calcula que una de cada ocho mujeres españolas tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida, según la Sociedad española de Oncología Médica (SEOM).
El nuevo abordaje, que se ha presentado hoy como una de las grandes novedades en el Congreso de Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), tiene como objetivo emplear en adyuvancia este inhibidor de CDK4/6, el encargado de bloquear la acción de una proteína anormal que envía señales a las células del cáncer para que se multipliquen, con la terapia endocrina. “Cuando hablamos de adyuvancia lo hacemos para intentar curar a las pacientes en la etapa más temprana posible”, explica Martín.
Hasta ahora las pacientes con un tumor de mama del tipo luminal que no están graves, con pocos ganglios afectados, tras el abordaje inicial de cirugía y farmacoterapia “reciben un tratamiento solo hormonal”, apunta Martín. Sin embargo, a una cuarta parte no les funciona “y recaen. Y una vez que han llegado a este punto la media de supervivencia desciende hasta los seis años”.
Por eso, el momento de la detección también es clave: la supervivencia en el estadio I es de más del 98% y en cambio en los estadios IV la supervivencia desciende al 24%, apuntan desde SEOM. En este caso, el estudio denominado Natalee ha servido para validar que hay una reducción de las recaídas en torno a un 3,5%. Una cifra no menor, si se traduce a vidas e impacto en la sociedad, como explica Martín. “Puede que este porcentaje no sea mucho, pero hablamos primero de un contexto curativo y segundo de que una recaída es costosísima a nivel clínico, laboral y social”.
En España ya se han podido beneficiar de esta nueva combinación terapéutica 761 pacientes (de un total de 5.101) procedentes de 40 centros. Esto supone un 15% de las reclutadas para el estudio a nivel mundial, lo que sitúa a nuestro país en el segundo con más ‘representación’ tras Estados Unidos, de un grupo de 20. Martín, como presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), valora el esfuerzo que desde esta sociedad científica se ha puesto para coordinar y realizar la investigación en nuestro país.
Otro de los puntos que subrayan el impacto de ribociclib en adyuvancia con la terapia hormonal es que el estudio fue detenido antes de tiempo por el Comité Independiente para la Monitorización de Datos (CIMD). Esto solo ocurre cuando se alcanza antes de tiempo uno de los objetivos marcados, en este caso alcanzar la supervivencia libre de enfermedad, es decir, curar a las pacientes.
¿CUÁL ES EL IMPACTO DEL USO DE ESTA NUEVA COMBINACIÓN?
En este caso las cifras respaldan la decisión: en el momento de la pausa en el análisis comparativo entre la combinación de terapias y recibir solo la hormonal, 189 personas en el grupo de adyuvancia con ribociclib (7,4%) experimentaron una recaída frente a 237 personas en el de terapia hormonal (9,2%).
Como autor principal, Dennis J. Slamon, director de Investigación Clínica-Traslacional y director del Programa de Investigación del Cáncer en Mujeres de Revlon-UCLA en el Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA en Los Ángeles, explica que “los actuales tratamientos dirigidos ya aprobados solo se pueden emplear en una pequeña población de pacientes diagnosticados con cáncer de mama temprano positivo para HR y negativo para HER2, lo que deja a muchas sin una opción de tratamiento eficaz para reducir el peligro de que el cáncer regrese”.
Porque como segura Martín, “hemos ido reduciendo la tasa de recaídas en todos los tipos de cáncer de mama desde el 40%, y el objetivo es cero. No llegaremos a cero, pero nos quedaremos cerca. Vamos poco a poco en cada tipo concreto de tumor y ofreciendo soluciones a cada uno de ellos”.
Por lo tanto, Slamon insiste en las importantes necesidades no cubiertas tanto de reducir el riesgo de recurrencia como de brindar una opción de tratamiento tolerable que mantenga a las pacientes libres de cáncer sin interrumpir su vida diaria. “El estudio Natelee ha buscado observar si la suma de ribociclib a la terapia endocrina adyuvante estándar funciona con éxito, por lo que su diseño fue específico para abordar estas necesidades no satisfechas”.
En cuanto a los efectos secundarios, Martín explica que “no hay grandes toxicidades. Hemos empleado dosis de 400 mg [frente a los 600 mg aprobados en ficha técnica]. Puede haber náuseas y problemas gastrointestinales, como más habituales. También alguna disminución del recuento de leucocitos, pero sin que se traduzca en infecciones”.
¿CÓMO SE EMPLEA EL FÁRMACO EN EUROPA?
El actual uso aprobado en Europa de Kisqali, que es como responde de forma comercial la molécula de Novartis, ribociclib, es el tratamiento de mujeres con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico con receptor hormonal (HR) positivo, receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) negativo, en combinación con un inhibidor de la aromatasa o fulvestrant como tratamiento hormonal inicial, o en mujeres que han recibido tratamiento hormonal previo. En mujeres pre o perimenopáusicas el tratamiento hormonal se debe combinar con un agonista de la hormona liberadora de la hormona luteinizante (LHRH), como apunta la ficha técnica la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
“Es arriesgado probar un fármaco en etapas más precoces, porque lleva más tiempo y más inversión. Y no todas las veces funciona. Pero aquí se ha visto que la adyuvancia en etapas tempranas tiene un impacto alto”, apunta Martín.