Nuevas mamografías, cada vez más precisas y menos molestas
Fuente: www.sabervivirtv.com
El cáncer de mama es uno de los grandes retos de salud que tenemos a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2021 el cáncer de mama superaba ya al de pulmón como una de las principales enfermedades mundiales, con unos 2,3 millones de casos.
En España, con más de 34.000 diagnósticos nuevos en 2021, la situación no es menos significativa. El de mama es el tumor más prevalente en las mujeres, por delante del cáncer colorrectal, el de útero o el de ovario. Supone el 30% del total de casos de cáncer que se detectan entre el sexo femenino.
LA PRIMERA HERRAMIENTA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA
Estas cifras, lejos de asustarnos, nos deberían incentivar para hacer más efectiva la lucha contra este tipo de cáncer, porque hay muchas cosas que podemos hacer para rebajar su incidencia.
La investigación constante nos ha dado muy buenas noticias a lo largo de los años. Los tratamientos han mejorado de manera significativa, son más personalizados y seguros. Hoy el cáncer de mama tiene muy buen pronóstico. La clave está en la detección precoz.
“El diagnóstico por imagen salva vidas y es básico en el tratamiento de la enfermedad”
En este sentido, la mejor herramienta que tenemos son las autoexploraciones y los programas de “screening”, las imágenes que nos dan las mamografías.
Como no todas tenemos la misma capacidad de detectar bultos en los senos, ni todos se detectan fácilmente, es la mamografía la que nos dará mayores garantías de una revisión adecuada.
El diagnóstico por imagen salva vidas y es básico en el tratamiento de la enfermedad. Sin un buen diagnóstico no hay tratamiento y por tanto no hay curación.
UNAS MAMOGRAFÍAS MUCHO MÁS “AMIGABLES”
Las revisiones médicas periódicas son fundamentales, y uno de los principales motivos por los que la esperanza de vida ha crecido tanto en los países occidentales. Siempre se puede encontrar tiempo para asegurar nuestra tranquilidad y nuestro futuro.
Gracias a los sistemas digitales, las mamografías son hoy mucho más rápidas y emiten dosis mucho más bajas de radiación
Las mamografías no siempre son pruebas agradables, puesto que para conseguir una buena imagen, se ha de comprimir el pecho. El grado de molestia que supone es relativo y varía dependiendo del tipo de pecho, la sensibilidad de la mujer y la habilidad del profesional que realiza la prueba”.
Un 41% de las mujeres que no acuden a su siguiente revisión aducen estas molestias. Y este es uno de los aspectos sobre el que más se trabaja.
La división de salud de Fujifilm ha hecho significativas mejoras con un innovador mecanismo de comprensión de la mama, que se adapta más a su forma, y que reduce significativamente este tipo de problemas.
“Gracias a los mamógrafos de última generación, con detectores muy eficientes, las mamografías son mucho más rápidas y emiten dosis de radiación cada día más bajas”, indica Nathalie Myssius, Product Manager Modalities de Fujifilm España.
QUÉ OTROS TIPOS DE PRUEBAS SE HACEN
“La mamografía nos ha permitido llevar la delantera y evitar un 30% de muertes por esta enfermedad. Pero todavía hay casos en los que no llegamos a tiempo y la detectamos más avanzada de lo que queremos”, señala la doctora Pilar Manchón Gabás, directora médica regional de Affidea.
Por fortuna, hay otras pruebas de diagnóstico por imagen que nos permitirán un buen seguimiento y diagnóstico de la evolución de la enfermedad. Las ecografías de mama, la resonancia magnética, los rayos X, la tomografía axial computarizada (TAC) o la tomografía por emisión de positrones (PET) ayudan a obtener esas imágenes precisas del interior del cuerpo.
Gracias a ellas no sólo es posible detectar mejor zonas sospechosas y saber cuánto se ha propagado un cáncer. También ayuda a determinar la eficacia del tratamiento y permite una buena vigilancia para alertar si la enfermedad regresa.
LO ÚLTIMO: MAMOGRAFÍAS POR CONTRASTE
Uno de los grandes avances que se han hecho en años recientes dentro de este tipo de pruebas son las mamografías por contraste.
“Esta técnica aporta una información adicional significativa que puede mejorar la detección del cáncer”, señala Nathalie Myssius.
Consiste en administrar a la paciente un contraste yodado, tal y como se utiliza, por ejemplo, en un escáner. Tras esta aplicación se realiza la mamografía con este nuevo sistema Amulet Innovality de Fujifilm.
El contraste será captado por los tumores mamarios que quedarán marcados en la imagen de diagnóstico. “Es una herramienta casi tan potente como la resonancia pero con la rapidez, sencillez y comodidad de una mamografía”, apunta la doctora Manchón.
Entre las ventajas que aporta destaca:
- Una mejora en la detección por el radiólogo.
- Menor tiempo de detección: se hace en diez minutos.
- Mucho más cómoda: “Al realizarse en un espacio abierto se elimina la sensación de claustrofobia que algunas personas sufren en las máquinas de resonancia”, añade la doctora Manchón.
- Es compatible con pacientes portadoras de marcapasos.