Fuente: www.immedicohospitalario.es
Los continuos avances en investigación del cáncer de mama en los últimos años están transformando su manejo, aunque también suponen un reto para los especialistas, que deben actualizar sus conocimientos. Para dar respuesta a esta necesidad formativa, el Grupo GEICAM de investigación en cáncer de mama ha desarrollado entre junio y septiembre el programa `Espacio Luminal. Foros de debate en enfermedad luminal 2022´, que ha consistido en la celebración de cuatro jornadas de formación, en formato digital y presencial en Madrid, a las que han asistido más de 200 oncólogos.
“Nos encontramos en un punto de inflexión en el abordaje del cáncer de mama, dado que está cambiando en muchos escenarios, a nivel avanzado y a nivel de la enfermedad potencialmente curable, con muchas novedades que hay que saber implementar. Hace unos años apenas disponíamos de estrategias eficientes para abordar la enfermedad luminal, con terapia endocrina en enfermedad metastásica, mientras que ahora se abre un abanico de oportunidades, por lo que tenemos que tener conocimiento sobre su manejo práctico su secuencias de tratamiento, las toxicidades, los nuevos test moleculares o la biopsia líquida“, expresa uno de los coordinadores del programa, el doctor José Ángel García Sáenz, de la Junta Directiva de GEICAM y de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid.
El doctor Álvaro Rodríguez- Lescure, miembro de GEICAM y jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche, también destaca la importancia de la formación médica continuada. “El cambio de los estándares de tratamiento es vertiginoso y es necesario reacreditarse en la formación para poder atender a los pacientes, porque se requieren nuevas habilidades, conocimientos sobre la eficacia de las terapias, acerca del manejo de herramientas diagnósticas y predictivas y sobre los efectos secundarios de los fármacos“, subraya. En opinión de ambos coordinadores, los valores de este programa de GEICAM son la calidad de la formación y la independencia a la hora de trabajar en los contenidos.
Dos fármacos muy prometedores
En la jornada celebrada en Madrid se abordó precisamente la incorporación de diversas estrategias de tratamiento para reducir el riesgo de recaída en cáncer de mama luminal que pueden a suponer un antes y un después en el abordaje de la enfermedad: los inhibidores de ciclinas o los inhibidores de PARP. En cuanto a los primeros, se ha evidenciado que la combinación de abemaciclib más hormonoterapia adyuvante incrementa las posibilidades de curación en escenario adyuvante HR-/HER2 y disminuye de forma significativa el riesgo de recaída.
Respecto a los inhibidores de PARP, en cuyos estudios también ha participado el Grupo, olaparib en adyuvancia ha demostrado una importante aportación en cuanto a la reducción del riesgo de reaparición del cáncer y aumento de la supervivencia global en pacientes con cáncer de mama precoz HER2- y mutaciones germinales patogénicas en BRCA1-2.
Para la doctora Vega Iranzo González-Cruz, oncóloga del Hospital General Universitario de Valencia, también coordinadora del encuentro celebrado en Madrid, se prevé que ambos fármacos se incorporen en la financiación pública en España en 2023. Aunque han demostrado un aumento de la supervivencia y un perfil de toxicidad aceptable, considera que para conocer su impacto sobre el pronóstico de la enfermedad es necesario conocer la evolución y posibles recaídas en los próximos años. “Posiblemente, estos fármacos van a suponer un antes y un después en el abordaje del cáncer de mama, y será en los próximos años cuando veamos el nivel de mejora que aportan“, afirma. En la misma línea, según el doctor Fernando Moreno Antón, oncólogo del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, “estas dos nuevas opciones terapéuticas van a marcar un punto de inflexión en cuanto a la reducción del riesgo de recaída frente a lo que se ha venido utilizando de terapia hormonal exclusiva en los últimos 30 años, y se prevé que marquen una mejoría también en el pronóstico“.
La sesión también ha versado sobre los efectos secundarios de la terapia endocrina convencional y de las nuevas opciones terapéuticas que se incorporan. “Esto es importante porque son fármacos que tienen un impacto positivo en la reducción del riesgo de recurrencia, pero también un impacto negativo en calidad de vida, por lo que conviene manejar los efectos adversos con el fin de garantizar que hay una adecuada adherencia y, por tanto, que tengan la eficacia que se espera de ellos“, expresa uno de los coordinadores de la jornada celebrada en Madrid, el doctor Fernando Moreno Antón, oncólogo del Hospital Clínico San Carlos, Madrid. Coincidiendo con este especialista, la doctora Iranzo considera claves las estrategias preventivas para que el paciente pueda tolerar los fármacos de la mejor manera posible.