Logran elevar un 27% la supervivencia del cáncer de mama más agresivo gracias a la inmunoterapia
Sumar pembrolizumab a la quimioterapia mejora la esperanza de vida de las pacientes con tumor triple negativo que expresan el biomarcador PD-L1
Fuente: https://www.larazon.es
Un estudio internacional, liderado por investigadores españoles del International Breast Cancer Center (IBCC) -y que se publica hoy en la revista científica “New England Journal of Medicine” (NEJM)- demuestra, por primera vez, que la adición de un tipo de inmunoterapia, pembrolizumab, a la quimioterapia de primera línea mejora un 27% la supervivencia global de las pacientes con cáncer de mama triple negativo avanzado con expresión de PD-L1, posicionándose como un nuevo tratamiento estándar en esta población. Se trata del avance terapéutico más importante de los últimos diez años en este tipo de tumor dentro del campo de la inmunoterapia.
“Hasta ahora, no habíamos logrado mejorar la supervivencia global en este tipo de tumor con un tratamiento basado en inmunoterapia, como hemos hecho con pembrolizumab. Lo sabíamos de otras patologías como melanoma y cáncer de pulmón, pero nunca lo habíamos podido demostrar en este subtipo de cáncer de mama. Se trata de una noticia muy relevante porque el cáncer de mama triple negativo es actualmente el de peor pronóstico y uno de los subtipos en el que los oncólogos estamos más interesados en encontrar nuevas terapias que mejoren la supervivencia y la calidad de vida de nuestras pacientes”, destaca Javier Cortés, primer autor del trabajo y director del IBCC.
Resultados del estudio
El Keynote-355,que es como se llama el estudio, es un fase III, randomizado y doble ciego, se ha llevado a cabo en 209 centros de 29 países y se han incluido un total de 847 pacientes con cáncer de mama triple negativo avanzado independientemente de si expresaban o no el biomarcador PD-L1. Estas pacientes no habían recibido ningún tratamiento previo para la enfermedad metastásica. Las pacientes fueron randomizadas (2:1) a recibir tratamiento con quimioterapia (paclitaxel, nab-paclitaxel o carboplatino + gemcitabina) y pembrolizumab o quimioterapia más un placebo, de modo que 566 pacientes recibieron quimioterapia y pembrolizumab y 281, quimioterapia más un placebo. Los dos objetivos primarios del estudio fueron la supervivencia libre de progresión (SLP) y la supervivencia global en pacientes con diferente expresión de PD-L1 y en la población por intención de tratar.
En diciembre de 2020, tras un seguimiento de 25,9 meses, se publicaron en “The Lancet” los primeros resultados, de la SLP, de este estudio. Actualmente, y tras un seguimiento de 44,1 meses, el estudio Keynote-355 también ha demostrado que añadir pembrolizumab al tratamiento de quimioterapia aumenta de manera estadísticamente significativa en casi 7 meses la supervivencia global en pacientes con cáncer de mama triple negativo avanzado con expresión de PDL1. La mediana de supervivencia global de las pacientes que recibieron quimioterapia y pembrolizumab fue de 23 meses y de 16,1 meses en el grupo que recibió quimioterapia más un placebo.
“Este fármaco ha mostrado un beneficio en los tumores que tienen un biomarcador, el PD-L1. Y esta es una buena noticia, porque podemos saber qué pacientes van a beneficiarse de esta inmunoterapia, antes de administrarla. Aproximadamente el 40% de las pacientes con cáncer de mama triple negativo tienen niveles altos de este biomarcador”, explica el Dr. Javier Cortés.
El 15% de todos los tumores mamarios
El cáncer de mama triple negativo representa alrededor del 15% de todos los tumores mamarios que se diagnostican y es un subtipo muy agresivo; se caracteriza por la falta de expresión de los receptores de estrógeno y progesterona, así como por la ausencia de sobreexpresión del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2), lo que hace que los tratamientos hormonales y las terapias dirigidas contra el HER2, que tan buenos resultados han dado en otros subtipos tumorales, sean inefectivas. Su agresividad biológica, y la falta de tratamientos, lo convierten en el tumor de mama con peor supervivencia global cuando la paciente se encuentra en fase de enfermedad avanzada.