La prevención y el tratamiento precoz son esenciales en el linfedema tras una cirugía de cáncer de mama

Por Administrador SESPM

Fuente: www.isanidad.com

A la recuperación de la cirugía y el tratamiento tras un cáncer de mama hay que sumar en algunos casos la aparición del linfedema, una enfermedad crónica que afecta a un millón de personas en España y un tercio de ellas lo padecen por la extirpación de los ganglios linfáticos en el proceso de terapia contra el cáncer de mama.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, se estima que una de cada cuatro mujeres desarrolla esta complicación. El 75% de las veces, se produce durante el primer año tras la cirugía. Para prevenirlo y tratarlo de forma precoz, el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama y la Asociación Española de Linfedema han lanzado una infografía explicativa sobre esta secuela en los tratamientos de cáncer de mama.

El linfedema afecta a un millón de personas en España, un tercio de ellas, mujeres tras la cirugía contra el cáncer de mama

Con motivo del Día Mundial del Linfedema, el seis de marzo, ambas organizaciones reclaman “más acciones informativas” para las pacientes sobre las opciones quirúrgicas y sobre las medidas preventivas “para realizar un diagnóstico precoz que permita lograr mejores resultados en los tratamientos“, remarca Ángela Río, presidenta de la Asociación Española de Linfedema. Señalan la importancia de concienciar sobre los riesgos de padecer esta secuela y ofrecen, mediante información gráfica, información sobre sus síntomas, medidas de prevención y tratamiento lo más temprano posible.

La prevención del linfedema, que genera acumulación de líquido y macromoléculas en los tejidos blandos al producirse una alteración de la capacidad de transporte del sistema linfático, “debe iniciarse desde antes del planteamiento del tratamiento”, señala la Dra. Mª Julia Giménez Climent, jefe clínico del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y coordinadora del grupo quirúrgico de Geicam. Señala que debe partir de la valoración de cada paciente y la indicación terapéutica en función del estado del tumor.

La Dra. Giménez señala que la prevención del linfedema debe iniciarse desde antes del planteamiento del tratamiento del cáncer de mama

En este sentido explica que, en aquellos tumores sin afectación axilar, es mejor una cirugía conservadora mediante la técnica del ganglio centinela, en vez de practicar una linfadenectomía completa. La Dra. Giménez señala estudios que indican cómo se multiplica por cuatro la incidencia de linfedema en mujeres que sufren una disección completa de ganglios linfáticos axilares con respecto a las que se realiza biopsia de ganglio centinela.

Evitar las posibles heridas en el brazo, administrar antibióticos para evitar la inflamación de los vasos linfáticos y conocer los síntomas que genera la enfermedad, son medidas de prevención. “Sensación de pesadez en el brazo de la intervención, infecciones recurrentes o fibrosis de la piel”, son algunos de los síntomas que desgrana la Dra. Giménez.

En aquellos tumores sin afectación axilar, es mejor una cirugía conservadora mediante la técnica del ganglio centinela, en vez de practicar una linfadenectomía completa

El siguiente paso es su tratamiento precoz. Una de las primeras medidas a tomar ante la sospecha de linfedema es la fisioterapia mediante terapia descongestiva compleja. Se basa en la combinación de cuidados cutáneos, manguitos de presión y drenaje linfático manual. Se puede aplicar dese las siguientes 24 horas tras la cirugía.

Desde la Asociación Española de Linfedema recomiendan realizar ejercicio físico moderado y progreso lo antes posible. “Es muy importante que esta práctica siempre esté supervisada por un fisioterapeuta para que el profesional la adapte al tipo de cirugía a la que ha sido sometido cada paciente”, añade la presidenta de la AEL.

La fisioterapia mediante terapia descongestiva compleja y la práctica de ejercicio físico supervisado son parte del tratamiento precoz del linfedema
El tratamiento quirúrgico de esta enfermedad también es posible en casos precoces y muy seleccionados. Se realiza mediante pequeñas incisiones en la piel “con técnicas de supermicrocirugía”. En los casos en los que el sistema linfático está dañado, una técnica empleada es el autotrasplante de tejido de los ganglios linfáticos.

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