Fuente: www.elcorreogallego.es
Las terapias innovadoras han mejorado el pronóstico de algunos tipos de cáncer de mama reduciendo el riesgo de recaída, pero “debemos obtener resultados aún mejores”, subraya el oncólogo Dennis Slamon, y añade que “la clave es dar con el tratamiento correcto en la paciente adecuada”.
El médico estadounidense, referente mundial en la investigación de este tumor, acaba de participar en el Simposio Internacional del Grupo de Investigación de Cáncer de Mama (Geicam) celebrado esta pasada semana en Toledo.
El director del Jonsson UCLA-Comprehensive Cancer Center en Los Ángeles es considerado el padre de las terapias diana por sus trabajos con el primer anticuerpo, el trastuzumab, dirigido contra un oncogén, el HER2+, que representa el 20 % de casos. Un avance hace casi veinte años que supuso el primer tratamiento distinto a la quimioterapia, y el arranque de la medicina personalizada de precisión. Esta estrategia terapéutica transformó un subtipo agresivo en uno de los de mejor pronóstico.
“Conseguimos cambios muy significativos en la reducción de recaídas, pudimos cambiar la historia natural de la enfermedad en ese subtipo. Un beneficio que se logra en más del 50 % de enfermas”, explica en una entrevista con Efe.
También se ha duplicado el período libre de progresión, sin reaparición de la enfermedad, en los subtipos que expresan receptores hormonales (un 65 % de los casos) gracias a las terapias hormonales.
Por ello, insiste en que para evitar posibles recaídas se debe dar “el tratamiento correcto a la paciente adecuada”, ya que el cáncer de mama es un espectro de patologías con distintos subtipos, tratamientos y pronósticos.
“Hay diferentes mecanismos que transforman la célula cancerígena y debemos personalizar la terapia para poder repararlos”, indica el investigador, quien recalca que el desafío es seguir buscando nuevas dianas en este campo concreto.
Respecto al metastásico, asegura que, hoy ya es “absolutamente posible cronificar la enfermedad a largo plazo reduciendo efectos secundarios y ofreciendo calidad de vida” a unas personas que hace una década no lograban superar el cáncer en fase avanzada.
Según datos de Geicam, el 50 % de las enfermas con metástasis sobreviven más allá de los cinco años y con calidad de vida aceptable.
Hay fármacos no quimioterápicos que “permiten que vivan sin efectos secundarios y sin progresión durante años. Sin quimioterapia no los hay y esto es posible a través de las terapias dirigidas”, apunta.
Cada año el número de casos aumenta respecto al anterior, incidencia que en España es de unos 30.000 nuevos anuales. Y en esas cifras influye una mayor tasa de diagnósticos gracias a las pruebas de cribado y el alargamiento de la esperanza de vida (a más edad, también más riesgo).
El doctor reitera que el origen es multifactorial: embarazos tardíos, obesidad o las terapias hormonales sustitutorias suponen un riesgo, mientras dietas equilibradas y ejercicio regular ayudan a prevenirlo.