España, a la cola de la UE en fármacos para el cáncer de mama

Por Administrador SESPM

España, a la cola de la UE en fármacos para el cáncer de mama

La media en nuestro país para acceder a nuevas terapias en pacientes con metástasis es de 469 días, pero la UE fija el plazo en 180
Fuente: https://www.larazon.es

El mismo día en el que concluía el Debate sobre el Estado de Nación se aprobó, por apoyo de todos los grupos parlamentarios a excepción del PSOE, una resolución que arroja un rayo de esperanza a los pacientes con cáncer de mama metastásico, una enfermedad que, a día de hoy, supone una sentencia de muerte. La esperanza de vida se sitúa entre los cuatro y los cinco años. Hasta que la ciencia, a través de la innovación, consiga desarrollar una solución que permita cronificarlo evitando este fatídico desenlace, el único anhelo que se permiten estos pacientes es aumentar su supervivencia y vivir esta recta final con la mejor calidad posible.

Para ello sí que hay opciones terapéuticas que han demostrado su eficacia y que están aprobadas por el máximo organismo responsable de la evaluación y el seguimiento de los medicamentos en la Unión Europea. Sin embargo, en nuestro país, acceder a ellas es sinónimo de «ruina económica».

«La situación es desesperada cuando la única solución que sabes que te queda es sentarte a esperar; pero es mucho más dramática cuando eres consciente de que existe un fármaco que aumenta la supervivencia y mejora la calidad de vida del que se están beneficiando otros pacientes de países colindantes como Italia, Francia o Alemania y a ti no te llega. Porque en España, pese a que deberíamos tener el mismo derecho a la innovación y cumplir con los 180 días que marca la Unión Europea, estamos asumiendo esperas de entre dos y tres años para la autorización e incorporación de nuevos fármacos. Estamos a la cola de Europa en cuanto a financiación de fármacos innovadores», denuncia Pilar Fernández, paciente de cáncer de mama metastásico y presidenta de la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (ACMM).

Y añade: «Así, en nuestro país, nos encontramos con que muchos pacientes se están pagando el tratamiento de su bolsillo porque se niegan a ver pasar por delante las posibilidades de sobrevivir a una enfermedad letal y a someterse a tratamientos muy agresivos mientras existen terapias dirigidas. Estas familias están abocadas a la ruina económica por salvar la vida de sus seres queridos. Esto es inadmisible».

Actualmente, según los datos publicados por la EFPIA (European Federation of Pharmaceutical Industries), España está en la posición número 13 en cuanto al acceso a las terapias innovadoras. La situación es aún más exagerada cuando analizamos el proceso de autorización para incorporar el medicamento al Sistema Nacional de Salud: el tiempo medio ha aumentado en 74 días desde 2018, siendo de 469 días el plazo medio que se tarda desde que un medicamento es autorizado hasta que se incluye en la financiación pública. En Alemania, este plazo es de 120 días y en Francia de 257. «El estado español es extremadamente restrictivo en cuanto al porcentaje de disponibilidad de los nuevos fármacos aprobados por la Unión Europea para su uso por parte de la sanidad pública, con un 59%, frente al 88% de Alemania o al 80% de Italia», sentencia la presidenta de ACMM.

La situación es aún más dramática en un subtipo de cáncer de mama metastásico concreto: el triple negativo. El cáncer de mama triple negativo metastásico (CMTNm) es el subtipo más agresivo de cáncer de mama y cuenta con un mal pronóstico. «Este subtipo afecta a mujeres muy jóvenes y tiene una perspectiva de vida bastante corta. Responde a muy pocos fármacos y tiene muy pocas líneas de tratamiento. Pero, existir, existen, están aprobados por la Agencia Europea del Medicamento y se están facilitando en otros países de Europa a varios pacientes con excelentes resultados. Sin embargo, en España no se ha conseguido la financiación del Sistema Nacional de Salud», lamenta Fernández.

La fijación del precio, un “cuello de botella”
Un problema de nuestro país es la fijación del precio de los fármacos. Normalmente, la primera compra que se realiza en el estado español, sin importar si ha sido llevada a cabo por la sanidad pública o la privada, determina el precio de salida de ese fármaco en la subasta de ese medicamento entre las diferentes comunidades autónomas. «En España nos encontramos con un problema tremendo, con una especie de cuello de botella cuando el fármaco llega a la Comisión Interministerial de Precio Reembolso, es decir, al organismo que es el encargado de fijar el precio. Si no aprueba su financiación, podría utilizarse para tratar a pacientes no incluidos en un ensayo clínico con el fin de atender a necesidades especiales de tratamiento. Aquí, la decisión de la financiación depende de los hospitales o de las comunidades autónomas, lo que supone que los pacientes vivirán o morirán en función de la ciudad donde residan o del hospital en el que se estén tratando», subraya Pilar Fernández.

Por ello, asociaciones de pacientes consideran imperativo «llevar a cabo una compra conjunta por parte de la Unión Europea de los medicamentos innovadores para conseguir precios más asequibles». Ésta ha sido una de las medidas que se trasladaron durante el Debate sobre el Estado de Nación y donde, finalmente, se aprobó, pese a la oposición del PSOE, «apoyar a todos los pacientes metastásicos y su derecho a la vida», como lo celebra Pilar.

En la propuesta de resolución también se pedía la agilización de los plazos de autorización e incorporación al SNS de los medicamentos previamente autorizados por la Unión Europea no superando, en ningún caso, el periodo de 180 días que establece la ley. Además, se instó a establecer, con carácter de urgencia, los criterios normativos, claros y transparentes, que aclaren las decisiones de pago en el caso del acceso a los medicamentos de «uso compasivo» para situaciones médicas especiales.

«Los pacientes oncológicos con metástasis mantenemos viva la confianza en la innovación, pero no tenemos tiempo para esperar a que se ejecuten largos trámites burocráticos y a la toma de decisiones interminables. Se ha perdido la vida de muchas compañeras esperando que llegaran estos tratamientos que nunca recibieron», concluye la presidenta de la asociación.

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