Fuente: www.somospacientes.com
Aunque el cáncer de mama es comúnmente asociado con las mujeres, también afecta a los hombres. Aunque su prevalencia es menor, también implica un impacto social y psicológico significativo. Este se debe, en parte, a la falta de conciencia pública sobre la posibilidad de que los hombres puedan padecer cáncer de mama y al estigma que, aún a día de hoy, existe en la sociedad. La principal consecuencia de estos factores es que los pacientes con este tipo de tumor lleguen tarde al diagnóstico y, por consiguiente, al tratamiento.
Combatir estos desafíos es el objetivo de la Asociación INVI de Cáncer de Mama Masculino. Esta asociación inauguró el ciclo de jornadas I-Conecta: El Viaje del Paciente, con un evento que reunió a expertos y pacientes para transformar la percepción y el enfoque del cáncer de mama masculino en España. La primera jornada, organizada en colaboración con el Hospital Universitario La Luz del Grupo Quirón, contó con la colaboración del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, SOLTI y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Durante el encuentro, se analizaron temas clave sobre la prevención del cáncer de mama masculino y la adquisición de hábitos de vida saludable. La Dra. Sara Cristina González, oncóloga médica del Hospital de la Luz del Grupo Quirón Salud, subrayó la importancia de prevenir esta enfermedad y normalizar su existencia para reducir el estigma y la sorpresa en la sociedad, especialmente entre los nuevos pacientes. También destacó la importancia de identificar a los hombres con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, quienes se beneficiarían de un seguimiento más riguroso, y la relevancia de los antecedentes familiares y estudios genéticos en el diagnóstico.
El recorrido asistencial y emocional del paciente
En cuanto al recorrido asistencial y emocional del paciente «De los síntomas al diagnóstico», el Dr. Gonzalo Iglesias San Pablo, jefe de servicio de medicina interna en el Hospital Universitario La Luz; la Dra. Myriam Montes, médico radiólogo del Hospital Clínico San Carlos; Manuel López Cuesta, paciente con cáncer de mama; y César Benegas, psicólogo clínico, coincidieron en que, aunque el diagnóstico puede ser ágil si se consulta a tiempo, la falta de conciencia y la demora en buscar ayuda pueden retrasar la detección. Subrayaron la necesidad de un enfoque multidisciplinario que incluya apoyo psicológico y destacaron el papel crucial de las asociaciones de pacientes para suplir las deficiencias del sistema de salud.
Asimismo, la Dra. Myriam Montes explicó que las pruebas de imagen deben emplearse con criterio, ya que ninguna prueba es completamente inocua y, a veces, «más no es mejor debido a la posibilidad de falsos positivos o estrés innecesario». En el caso de los hombres, «una sencilla palpación anual podría ser suficiente para diagnosticar el cáncer de mama de manera precoz». Montes sugirió que sólo en pacientes con un riesgo extremadamente alto se justificaría una mamografía anual. Destacó que, en las mujeres, a partir de los 50 años, las pruebas de imagen son recomendadas basándose en el consejo genético, mientras que en los hombres el diagnóstico suele producirse en etapas más avanzadas, cuando ya hay síntomas evidentes como cambios en la piel o la aparición de grandes masas.
Normalizar la enfermedad
En la mesa sobre «Normalización de la enfermedad», el paciente Manuel López Cuesta y César Benegas discutieron la necesidad de desestigmatizar el cáncer de mama masculino. López compartió su experiencia personal, destacando cómo el estigma y la falta de información dificultaron la comunicación de su diagnóstico y el impacto negativo que esto tuvo en su vida diaria. Benegas, por su parte, enfatizó cómo el desconocimiento y los prejuicios pueden aislar a los pacientes, subrayando la importancia de la normalización para mejorar su calidad de vida. Ambos coincidieron en que es esencial que tanto el lenguaje como los medios de comunicación jueguen un papel activo en educar al público y promover una mayor comprensión, para que los pacientes se sientan aceptados y apoyados en su proceso de recuperación.