El adiós a la quimioterapia se roza con los dedos en los cánceres de mama y vejiga
Fuente: www.abc.es
Los avances experimentados en la lucha contra el cáncer durante los últimos años permiten soñar con tratamientos más eficaces y con menos efectos secundarios contra muchos tipos de tumores. El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla está probando con éxito nuevos fármacos que ofrecen resultados muy esperanzadores en el cáncer de vejiga y el cáncer de mama. Manuel Ruiz Borrego y Begoña Pérez Valderrama, oncólogos de este centro sanitario, el mayor de Andalucía , auguran el fin de la quimioterapia, el tratamiento tradicional del cáncer que suele ofrecer buenos resultados sólo a corto plazo y a costa, además, del deterioro general de los pacientes, puesto que estas terapias atacan a todas las células, no sólo a las cancerosas.
Las terapias dirigidas (que toman como diana este tipo de células), la inmunoterapia (que activa al sistema inmunitario para que adopte también esa diana) y los denominados «anticuerpos conjugados», el último y más avanzado tratamiento contra varios tipos de tumores, se están imponiendo poco a poco a la quimio con mejores resultados a largo plazo y una menor agresividad con las células sanas.
El cáncer de vejiga es el duodécimo tipo de cáncer más frecuente en el mundo, del cual se diagnosticaron más de 500.000 nuevos casos en 2020 y se registraron unas 200.000 muertes. Europa tiene una de las incidencias más altas de cáncer de vejiga del mundo, sobre todo en los países del Sudoeste. Según REDECAN, el cáncer de vejiga es el quinto tumor más frecuente en España, con 20.613 nuevos casos diagnosticados en el año 2021, y 5.585 fallecimientos por esta enfermedad.
Si bien la mayoría de los casos se diagnostican en fases tempranas de la enfermedad, un 10 por ciento de los pacientes debutan de manera avanzada con metástasis. Se estima que hasta un 30 por ciento de los pacientes que se diagnostican en fases tempranas desarrollarán metástasis y acabarán muriendo por esta enfermedad. El tratamiento inicial del cáncer de vejiga avanzado incluye quimioterapia, que obtiene una rápida respuesta tumoral pero corta en el tiempo. En pacientes refractarios a quimioterapia, la inmunoterapia es el tratamiento de elección. Aunque aproximadamente responden a la misma un 20 por ciento de los pacientes, este tratamiento proporciona un control de la enfermedad duradero en el tiempo.
El cáncer de mama es la neoplasia femenina más frecuente y se calcula que 1 de cada 8 mujeres en el mundo desarrollarán un tumor de este tipo a a lo largo de su vida. No se trata de una patología única, sino que es la suma de varias patologías. La más frecuente es el perfil receptores hormonales positivos (70 por ciento del total), seguida del fenotipo llamado triple negativo (15-20% del total) y del subgrupo HER-2 + (10-15%).
A pesar de la alta prevalencia de este tumor, es decir, la elevada frecuencia con la que aparece, la mortalidad de la enfermedad ha ido disminuyendo en los últimos diez años y a día de hoy casi el 90 por ciento de la pacientes pueden curarse. Las que se hacen metastásicas han incrementado de manera considerable su supervivencia y su calidad de vida en los últimos años, gracias sobre todo a los programas de detección precoz y al desarrollo de terapias cada vez mas específicas.
Javier Salvador, jefe de Oncología del Virgen del Rocío, cree también que estamos muy cerca del fin de la quimioterapia pero señala que «están saliendo unos fármacos al mercado que llevan quimio y están obteniendo grandes resultados, pero se trata de una quimio dirigida a la célula cancerosa que minimiza los efectos secundarios». Y recuerda también que el tumor más curable en oncología, el testicular, se trata con una quimio creada en 1970 y es imbatible».
En el año 2021 se ha aprobado por la Agencia Americana del Medicamento y recientemente ha obtenido opinión positiva recomendando su autorización por el comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea del Medicamento, un fármaco de nueva generación para el tratamiento del cáncer de vejiga avanzado, llamado enfortumab vedotin, que en un alto porcentaje de pacientes que han progresado a un tratamiento previo con quimioterapia e inmunoterapia, ha demostrado una respuesta tumoral rápida, con un beneficio en supervivencia significativo en estos pacientes. Este fármaco, pendiente aun de aprobación en España, «constituye un nuevo estándar de tratamiento en un subgrupo de pacientes que han progresado a tratamientos previos», según la doctora Begoña Pérez Valderrama: «Supondrá una buena oportunidad para aquellos pacientes que no han respondido a varios tratamientos previos y que hasta ahora, no disponían de otras opciones terapéuticas. Proporciona respuestas rápidas, lo que supone una mejoría de los síntomas que presentan los pacientes debido a su enfermedad, con un buen perfil de tolerancia. De hecho, en los ensayos previos vimos que la calidad de vida se mantiene en los pacientes mientras reciben el tratamiento, lo cual es muy importante en estas fases de la enfermedad».
Enfortumab vedotin se incluye dentro de los llamados «anticuerpos conjugados». «Estos fármacos constituyen un nuevo paradigma de tratamiento tanto en cáncer de vejiga como en cáncer de mama. Se trata de fármacos que van dirigidos (el anticuerpo) contra un elemento de la membrana de la célula tumoral, pero al que se une una molécula de quimioterapia, de manera que ésta actúa selectivamente sobre la célula tumoral con mayor eficacia y menos toxicidad para las células sanas.
El doctor Manuel Ruiz Borrego destaca que «en el subgrupo de mujeres con cáncer de mama Her-2 positivas ya habíamos usado un fármaco de estas características, TDM1-1, con gran eficacia en pacientes que habían progresado a un primer tratamiento para la enfermedad avanzada. La llegada de otro fármaco de la misma familia, al que podemos considerar una segunda generación, llamado deruxtecam-trastuzumab« ha supuesto un avance considerable, con una eficacia sorprendente en pacientes con enfermedad avanzada muy pretratada». Este fármaco se encuentra ya disponible en algunos países europeos y está pendiente de aprobación en España, donde existen multitud de ensayo clínicos abiertos en varios centros andaluces para pacientes con cáncer de mama her-2 + en diferentes situaciones.
El otro subgrupo de pacientes para el que se ha producido un gran avance con este grupo de fármacos son las llamadas pacientes «triple negativas», para las que hasta ahora sólo existía la quimioterapia como arma terapéutica. »La llegada de sacituzumab govitecan ha cambiado este escenario tras su aprobación por las autoridades sanitarias americanas y europeas, aún pendiente de introducción en España, para pacientes triples negativas que hayan recibido al menos una previa línea de tratamiento para la enfermedad avanzada«. Ruiz Borrego destaca que en España se ha usado el fármaco en ensayos y en la actualidad podría usarse en situaciones específicas previa a su autorización definitiva”.
En cáncer de vejiga se están investigando otros anticuerpos conjugados, como disitimab vedotin y sacitizumab govitecan, que de momento obtienen también una tasa de respuesta elevada, según este oncólogo, y actualmente están en fases avanzadas de desarrollo, «por lo que pronto podrían sumarse a las alternativas terapéuticas en fases avanzadas de la enfermedad».
La doctora Pérez Valderrama cree que el futuro está en las combinaciones de estos anticuerpos conjugados con otros fármacos, como por ejemplo, inmunoterapia. «Actualmente estamos participando en estudios fase III de combinación, siendo el más desarrollado la combinación de enfortumab vedotin con inmunoterapia en primera línea de tratamiento en cáncer de vejiga metastásico, y estamos observando una tasa de respuesta tumoral que supera a la quimioterapia, con mejoría clínicas muy rápidas y de momento, duraderas en el tiempo« Y añade: «Si estos ensayos confirman estos resultados en el tiempo, es muy probable que estas combinaciones, de alta eficacia y menos tóxicas, puedan sustituir a la quimioterapia en el tratamiento de este tumor, lo cual sería el avance más significativo que tendríamos en el tratamiento del cáncer de vejiga en los últimos 25 años».