Compartir decisiones entre paciente y médico mejora asistencia en cáncer mama
Fuente: www.lavanguardia.com
Granada, 3 sep (EFE).- La toma de decisiones compartida entre paciente y médico mejora la calidad del proceso asistencial contra el cáncer de mama, según una investigación de la Universidad de Granada.
Este trabajo ha estudiado la participación activa de las pacientes en las decisiones contra la enfermedad, y ha demostrado cómo de esta forma aumenta la adherencia al tratamiento y la satisfacción de las enfermas.
Se trata de una investigación de la doctora Marta Maes Carballo en el marco de su tesis defendida en la Universidad de Granada que cuenta con mención internacional.
Según la investigadora, compartir las decisiones entre pacientes y médicos durante el proceso asistencial es un indicador de calidad en la atención a mujeres que sufren cáncer de mama.
“La relación médico-paciente ha seguido tradicionalmente un modelo paternalista en el que los pacientes acataban dócilmente las decisiones del médico”, explica Maes, quien dice que actualmente los pacientes tienen acceso a multitud de fuentes de información y se aconseja un modelo deliberativo basado en la toma de decisiones compartidas.
Se trata de un modelo en el que el enfermo y el profesional sanitario comparten la mejor evidencia disponible sobre un tema y el paciente es ayudado a considerar opciones y decidir según sus propias preferencias y valores.
En el caso del cáncer de mama, estudiado específicamente en este trabajo, adquiere especial trascendencia este modelo al existir varias alternativas, con resultados similares, pero con consecuencias diferentes para la paciente.
Hay obstáculos para conseguir que sea realmente la paciente quien decide sobre temas que afectan a su vida, a su probabilidad de enfermar o curarse, de mantener la fertilidad o de conservar su imagen, detalla el estudio.
Se trata en muchas ocasiones de “obstáculos impuestos por el sistema, por los prejuicios de los profesionales y por las propias creencias de los pacientes”.
El modelo de toma de decisiones compartida es bien conocida por los profesionales, aunque en general se considera una utopía, muy interesante en la teoría pero muy difícil de llevar a la práctica, principalmente por falta de tiempo, según la investigación.
El trabajo ha comprobado también que la presencia de esta modalidad en las guías de prácticas médicas es escasa, aunque es más frecuente en las de mayor calidad, y que en general requiere que se den pautas claras y uniformes para su aplicación.
De hecho, los indicadores de calidad recogidos por diferentes instituciones, comunidades autónomas o países son lo suficientemente diferentes como para dificultar la comparación de resultados.
“Si realmente deseamos que el paciente sea el núcleo central de nuestro sistema sanitario, que participe y se responsabilice de su propia salud, necesitamos formar a los profesionales para que pongan en práctica lo que de forma unánime se reconoce como un derecho del paciente, incluso reconocido por la ley en algunos países”, señala.
Por otra parte, el estudio evidencia la necesidad de establecer un conjunto básico y común de indicadores para el análisis de la calidad de los cuidados en cáncer de mama.
De esta manera se podrán identificar y corregir desviaciones respecto a los mínimos de calidad imprescindibles y avanzar en la mejora continua del sistema sanitario. EFE