Fuente: www.isanidad.com
El diagnóstico de un cáncer de mama supone un fuerte impacto emocional tanto para la paciente como para su familia. No existe una única manera de vivir la enfermedad, pero sí ciertas reacciones emocionales comunes frente a esta realidad. En tales casos, el apoyo psicológico puede ser la pieza clave para vivir el proceso oncológico de una forma más tranquila, consciente y segura. Con el objetivo de ofrecer una herramienta más, que mejore la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama, el Centro de Patología de la Mama – Fundación Tejerina ha puesto en marcha un nuevo programa de acompañamiento emocional a la paciente. Éste ofrece una evaluación psicológica inicial y asesoramiento tras las primeras consultas con oncología o cirugía oncológica.
La Dra. Ana de Lara, oncóloga médica en el Centro de Patología de la Mama – Fundación Tejerina, remarcó la importancia del acompañamiento psicológico para la gestión emocional tras el diagnóstico. «Este programa ofrece una atención multidisciplinar y una herramienta más frente al cáncer de mama a las mujeres que lo soliciten en consulta», expuso la doctora.
Fátima Castaño: «El servicio de soporte psicológico inicial ofrece a las pacientes del Centro una valoración y asesoramiento inicial que facilite su adaptación emocional, así como la detección de necesidades psicológicas individuales»
Fátima Castaño, responsable del Servicio de Psicología del Centro de Patología de la Mama – Fundación Tejerina, señaló que el diagnóstico y el inicio del tratamiento es un gran esfuerzo psicológico para las pacientes y sus familias. Añadió que «puede que se sientan bloqueadas en el inicio, o quizá surja el miedo, incredulidad, incertidumbre, impotencia, rabia, tristeza, ansiedad, culpabilidad etc. Todas estas emociones forman parte del proceso de adaptación y es importante atenderlas. De esta manera, se puede prevenir un mayor malestar psicológico y ofrecer recursos para un mejor manejo».
Asimismo, Fátima Castaño añadió que «tras el diagnóstico del cáncer es importante que la paciente se permita tiempo y espacio para procesar la información. Otras pautas que pueden ser de ayuda son: compartir las dudas e inquietudes con el equipo sanitario y centrarse en el presente evitando anticipaciones. Mantener una actitud flexible, buscando elementos que nos ayuden a adaptarnos es fundamental. También es importante dejar de lado las comparaciones, cada paciente y cada proceso oncológico es un mundo. Asimismo se recomienda adaptar el ocio sin dejar de lado el ejercicio físico».
Teresa Escalonilla, psicóloga general sanitaria del Centro de Patología de la Mama – Fundación Tejerina, expuso que «un alto porcentaje de los pacientes con cáncer que necesitan ayuda psicológica no la solicitan, ya sea porque otorgan una menor importancia al cuidado de la salud mental y prevalece el bienestar físico o porque no conocen la existencia del área de la psicooncología. A pesar de ello, la mitad de las personas con cáncer afrontan el diagnóstico y los tratamientos con un alto grado de malestar psicológico. Aunque algunas personas tienen los recursos suficientes para hacerle frente, otras necesitan acompañamiento psicológico. Como psicólogos y con esta nueva iniciativa tenemos el reto de dar a conocer la importancia del apoyo emocional en oncología».
Asimismo, Teresa destacó que «desde el momento del diagnóstico, la persona se ve obligada a reorganizar su rutina o sus hábitos por lo que el ambiente familiar, social o laboral pueden verse alterados. Además, pueden manifestarse síntomas de culpabilidad, ansiedad, estado de ánimo bajo o insomnio. También ofrecemos asesoramiento psicológico a los familiares. Pese a quedar en un segundo plano por pensar que no son los protagonistas, están pasando por las mismas fases del proceso. A eso hay que añadirle incertidumbre y sufrimiento al preocuparse sobre cómo está la persona, si tiene dolor o si se le está informando de manera adecuada».