Nanomedicina, nuevo enfoque para tratar el cáncer de mama y mejorar la eficacia terapéutica

Una de estas nuevas estrategias está basada en la nanomedicina, con un método pionero basado en la encapsulación de fármacos

Por Administrador SESPM

Fuente: www.consalud.es

La quimioterapia, el principal tratamiento para el cáncer metastático, presenta graves efectos adversos debido a la falta de selectividad. Además del serio impacto en la calidad de vida de los pacientes, dichos efectos adversos limitan la dosis que puede ser administrada y, por lo tanto, la eficacia terapéutica. Algunos fármacos, como la mitoxantrona, produce una disminución del número de células inmunes en sangre (neutropenia), lo cual está relacionado con infecciones severas e incluso la muerte.

La nanomedicina es una rama de la nanotecnología perteneciente al campo de investigación, siendo relativamente novedosa y presentando múltiples líneas de investigación basadas, tanto en el diagnóstico como en la prevención y el tratamiento de diferentes patologías. Consiste en aplicar la nanotecnología a problemas biomédicos, como el cáncer.

Por otro lado está la encapsulación de los fármacos anticancerígenos y su transporte al tumor, siendo una estrategia prometedora para mitigar efectos adversos de los tratamientos actuales y aumentar la eficacia terapéutica. No obstante, la nanomedicina presenta varios retos, como evitar el escape prematuro del fármaco y aumentar la precisión hacia las células tumorales.

La quimioterapia, el principal tratamiento para el cáncer metastático, presenta graves efectos adversos debido a la falta de selectividad

Es por esto que un equipo de investigación multidisciplinar de la URJC, en concreto el Grupo de Ingeniería Química Ambiental (GIQA) y el Grupo Diabecancer Molecular, han realizado un estudio en el cual presentan un método pionero para la encapsulación de los fármacos en nanopartículas (partículas más pequeñas que 100 nanómetros) para el tratamiento del cáncer de mama. Esta técnica consiste en la síntesis de Fármacos Mesoporosos Organosilíceos.

“Se trata de un nuevo tipo de materiales organosilíceos mesoporosos periódicos (PMOs), en el cual el fármaco es un componente inherente de la estructura tridimensional de la nanopartícula. Éste actuaría como una nanomedicina que se iría biodegradando a lo largo del tiempo, ejerciendo su actividad farmacológica de forma continuada”, explica Rafael A. García-Muñoz, coautor responsable del estudio e investigador del GIQA de la URJC.

Los resultados de este trabajo demuestran que la síntesis de este nuevo tipo de nanomateriales se ha llevado a cabo con éxito

Para analizar la eficacia de la actividad anticancerígena en células de cáncer de mama, el equipo científico ha utilizado diversas técnicas celulares in vitro. En los ensayos, se han sintetizado varias nanopartículas, que han demostrado que, tras su biodegradación, producen una liberación del fármaco sostenida en el tiempo evitando su escape prematuro. “Esta innovadora aproximación requiere la modificación química del fármaco para la síntesis de las nanopartículas MODs y hemos seleccionado la mitoxantrona (MTO), uno de los fármacos empleados para el tratamiento del cáncer de mama, para el desarrollo de las nanopartículas MTO@MODs”, apunta Eva Romaní Cubells, primera coautora del estudio e investigadora del grupo GIQA.

Los resultados de este trabajo, publicados en la revista científica Journal of Nanobiotechnology, demuestran que la síntesis de este nuevo tipo de nanomateriales se ha llevado a cabo con éxito. Las nanopartículas MTO@MOD han confirmado su eficacia en células de cáncer de mama y su síntesis (incorporando óxido de hierro en su interior) permitiría dirigirlas de manera selectiva al tumor mediante un campo magnético.

El siguiente reto de esta nueva línea de investigación es la realización de estudios in vivo para comprobar si el comportamiento de estos nanomateriales es similar en un organismo vivo. “Estamos desarrollando un estudio con animales de experimentación, cuyos resultados preliminares están siendo prometedores”, concluye Rafael A. García-Muñoz.

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