El estigma que sufren las mujeres con cáncer de mama metastásico

Existe una falta de visibilidad de este tumor unida a la falsa creencia de que esta enfermedad es sinónimo de muerte

Por Administrador SESPM

Fuente: www.larazon.es

Cada año se diagnostican en nuestro país 35.000 casos de cáncer de mama. De ellos, alrededor del 30% desarrollarán metástasis, es decir, unos 10.500 al año. Para estas pacientes –dado que en su mayoría son mujeres– aún no hay posibilidad de curación y a lo máximo que pueden aspirar a día de hoy es a la cronificación de su enfermedad.

A pesar del aumento de prevalencia de este tumor nos encontramos con la paradoja de que existe una gran falta de visibilidad del cáncer de mama metastásico (CMm). Pilar Fernández, paciente y presidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico, resalta que «este tumor ha sido una patología olvidada dentro del discurso social del cáncer de mama».

A todo ello, hay que añadirle el estigma que estas mujeres viven por haber desarrollado metástasis. Según la última publicación de la Comisión de cáncer de mama de la prestigiosa revista científica «The Lancet», existen dos conceptos externos y erróneos en la población general con respecto CMm: por un lado, unos creen que es igual al cáncer de mama precoz y, por lo tanto, curable; y, por otro, los hay que creen que es una enfermedad sin cura para la que no hay esperanza.

Esta última creencia, tiene a su vez, una derivada devastadora: la idea equivocada de que se trata de una enfermedad terminal es lo que hace que, en muchos casos, los decisores políticos dediquen más recursos a los tumores con opciones curativas, dejando de lado tratamientos que aumentan la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama metastásico.

Como explica el oncólogo médico José Ángel García Saenz, el cáncer de mama es una enfermedad heterogénea, que puede diagnosticarse en etapas iniciales, es decir cuando no hay metástasis más allá de la región mamaria y cadenas axilares regionales, o bien en etapa avanzada, también denominada cáncer de mama metastásico. «En las etapas iniciales, el objetivo es buscar la curación. Sin embargo, en general, el CMm no es potencialmente curable. Por lo tanto, el objetivo es aumentar la supervivencia de las pacientes manteniendo la mejor calidad de vida posible. En otras palabras, en el estadio metastásico, buscamos que estas personas vivan más y mejor, alargando y ensanchando su vida», continúa.

Conocer la diferencia entre ambas condiciones es importante porque «las terapias utilizadas en estadios iniciales suelen ser de corta duración e intensas, mientras que, en los estadios metastásicos, los tratamientos son prolongados en el tiempo, se administran de forma secuencial, ponderando la eficacia y la seguridad», apunta el experto.

Además, las pacientes con CMm enfrentan una realidad diferente, donde la atención y los avances en tratamientos han sido limitados en comparación con las formas más tempranas de la enfermedad. España es de los países de la Unión Europea con más retraso en el acceso de terapias. En Alemania, la media es de 128 días mientras en nuestro país son casi dos años de espera. «Cuando nuestras líneas de tratamiento se agotan, te dicen que no hay nada más. Tienes que resignarte a esperar. Es duro saber que no hay más tratamientos para ti, pero es muchísimo más grave saber que existen terapias que podrían mejorar la supervivencia y calidad de vida, pero no tienes acceso a ellas. Que están llegando en otros países, pero no al nuestro» lamenta Pilar Fernández.

Impacto en la salud mental

El estigma está detrás de la falta de resultados médicos ya que, en ocasiones, hace que el paciente no busque la ayuda necesaria y se aísle socialmente, impactando directamente en el salud física y mental.

Sin embargo, como apunta García Saenz, gracias al conocimiento de la biología de esta patología y a la investigación clínica, se están logrando largos supervivientes en cáncer de mama metastásico, particularmente en el hormonosensible: «Nuestra meta es llegar a que algún día sea una enfermedad crónica. Mientras tanto, nuestra misión es evitar que las ideas asociadas a esta entidad (dolor, deterioro, amenaza vital, etc.), estigmaticen a nuestras pacientes. Toda la investigación se realiza para mejorar la calidad de vida y supervivencia, y para evitar que el concepto de CMm suponga un estigma».

Porque, como concluye el especialista, «la esperanza radica en continuar investigando e innovando nuevas líneas para alcanzar, más pronto que tarde, su cronificación».

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