Atención individualizada desde el diagnóstico de cáncer de mama
Fuente: www.larazon.es
Miedo y mucha incertidumbre es lo que sentirán muchas de las 36.395 mujeres a las que se les diagnosticará a lo largo de este año cáncer de mama. Y, sí, también se sentirán solas, porque la palabra cáncer es algo que hoy se sigue asumiendo en silencio. Sin embargo, tras el shock inicial que supone oír este diagnóstico, no hay que pasar este proceso solas.
Con ese objetivo en mente, el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, en Madrid, puso en marcha hace ya 18 meses el programa «Fullcare». Esta iniciativa se basa en la figura de una enfermera encargada de desarrollar un seguimiento personalizado e integral desde el diagnóstico hasta terminar el tratamiento.
«Es curioso que después de una cita médica, cualquiera de nosotros acude a una persona cercana para verificar si lo que has escuchado en la consulta es realmente lo que te han dicho. A veces por vergüenza no le preguntamos dudas a los médicos porque pensamos que están muy ocupados, que tienen más pacientes, etcétera. Esta figura de ‘‘Fullcare’’ acompaña» a la paciente resolviendo todas las «dudas» que surjan, explica Elena Lerma, enfermera oncológica de la Unidad de Mama del Ruber Juan Bravo.
Una atención integral en la que si quiere, a partir de la segunda consulta, «se invita a la paciente a venir acompañada», añade Lerma, lo que ayuda a digerir el diagnóstico y poder afrontarlo con la familia, a la que también le surgirán dudas y miedos durante todo este proceso.
«Cada atención es personalizada y nuestra disponibilidad es plena. Realizamos visitas en hospitalización, consultas telefónicas y consultas presenciales, y nos intentamos anticipar a las necesidades de la paciente informándola del proceso y derivándolas a los diferentes especialistas», explica la doctora Arancha Moreno, jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia de Ruber Juan Bravo.
De este modo, «hemos logrado prevención de complicaciones, atención individualizada, incorporación de los aspectos psicosociales de las pacientes y sus familias y atención individualizada e integral. Pero nuestra mayor alegría ha sido alcanzar las expectativas de las pacientes, reduciendo la ansiedad y el estrés», destaca Lerma.
Todo un logro, ya que «está descrito que hasta un 50% de mujeres con cáncer de mama tiene ansiedad y un 15% depresión, incluso diez años después del diagnóstico», precisa la jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia de Ruber Juan Bravo.
Aunque como recuerda la doctora, «desgraciadamente» son muchos más casos, ya que el número» registrado en los estudios «siempre es menor que el real, porque hay muchos casos no diagnosticados que se detectan en estas consultas de ‘‘Fullcare’’».
Dentro de la iniciativa, se han desarrollado –con el apoyo de profesionales de diferentes áreas– talleres participativos sobre el cuidado de la piel, mantenimiento físico o nutrición, entre otros, lo que por un lado incrementa la confianza de las pacientes con los profesionales sanitarios y por otro permite conocer a otras pacientes que están pasando por su misma situación para poner así en común sus preocupaciones.
Miedos infundados
Por eso, en este programa participan «principalmente ginecólogos, cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, psicólogos, cirujanos plásticos, fisioterapeutas, y contamos también con nutricionistas», precisa la doctora Moreno, que recuerda que «hay muchos miedos infundados».
«En esta consulta –prosigue la ginecóloga– intentamos romper con todos ellos y hacemos a las pacientes más conscientes de su estado físico y psicológico. Cada una de las pacientes es diferente y se debe preguntar ¿cuál es mi punto de salida?, ¿cuál es mi objetivo? Pero en general, dejar el tabaco, hacer dieta variada, hidratación y ejercicio» son las recomendaciones principales.
Por cierto, que también tienen pacientes masculinos, no solo en cáncer de mama, sino también en otros procesos oncológicos de colon, recto, páncreas… «Hemos tratado a más de 400 pacientes oncológicos en 2023. Y gracias a la Cátedra de Investigación Médica Oncocir (CIMO) hacemos talleres para pacientes y sus familiares que tienen muy buena acogida», destaca Lerma.
Y es que este programa no es excluyente, de modo que una paciente con cáncer de mama puede estar dentro del proyecto HoPE, que se basa en aunar todas las consultas en un día, y apoyarse en ‘‘Fullcare’’, «cuyo espíritu es ahondar en el proceso que cada paciente vive para individualizar el tipo de ayuda y coordinar a los especialistas», concluye la enfermera de la Unidad de Mama.