Fuente: www.efe.com
Los cirujanos que operan cáncer de mama se guían por su experiencia para extirpar el tumor. Pero a su lado, en el quirófano, tienen a un anatomopatólogo que durante la intervención va haciendo biopsias mediante las que les confirma si han quitado todas las células malignas o si deben seguir un poco más. La falta de este especialista en el Hospital del Guadalhorce ha hecho que cinco mujeres en algo más de dos meses tengan que ser reintervenidas porque quedaron restos tumorales que los cirujanos a simple vista no apreciaron. Allí están operando a estas pacientes los facultativos del Clínico. Para hacer sitio a los enfermos de coronavirus, el centro sanitario trasladó la cirugía de mama al hospital de Cártama a finales del mes de marzo.
Durante todo ese tiempo han sido operadas más de 60 mujeres y solo cinco tuvieron que ser reintervenidas. Los profesionales no ponen objeciones a que esa cirugía oncológica continúe en el hospital del Guadalhorce –que depende del Clínico–. Sin embargo, exigen que o se dota a esos quirófanos de un patólogo o se les permite volver a operar en el hospital de Teatinos, donde sí cuentan con este especialista mientras van haciendo la intervención.
Este viernes pasado, los integrantes del Comité de Tumores de Mama del Hospital Clínico –formado por cirujanos, patólogos, radiólogos, oncólogos médicos y radioterápicos– presentaron un escrito a la dirección para que busque una solución al problema.
Los facultativos amenazan con dejar de operar hasta que no puedan contar con un patólogo en el quirófano; sea en el Clínico o en el Hospital del Valle del Guadalhorce. Dado que la previsión es continuar operando en junio en Cártama –donde no tienen patólogo–, advierten a la direción que tras las cirugías programadas para este jueves, habrá pacientes a las que se les tendrá que aplazar la intervención.
Una fuente señaló que la situación “está en vías de solución”. Pero lo cierto es que hace varias semanas que los profesionales advirtieron verbalmente de esa necesidad. Tras producirse alguna reintervención más, decidieron presentar el escrito.
La lista de espera de cáncer de mama es de apenas una semana y hay muy pocas mujeres pendientes. Precisamente porque el Clínico optó por seguir operando esta patología para que no hubiera demoras, aunque para ello tuvo que trasladar esa cirugía a Cártama. “La solución es fácil. Dotar de patólogo a aquel hospital o volver al Clínico”, indicaron fuentes sanitarias.
LOS PROFESIONALES NO OBJETAN SU TRASLADO A CÁRTAMA, PERO EXIGEN UN PATÓLOGO PARA OPERAR
El cirujano y el patólogo funcionan como un tándem en el quirófano. Sin este último, la cirugía de cáncer de mama es como la de hace más de una década. Precisamente, la detección precoz y la realización de esas biopsias intraoperatorias son parte de la clave de los buenos resultados de estas operaciones. La supervivencia frente al cáncer de mama tienen unos indicadores por encima del 90%.
El traslado de la cirugía oncológica de mama al Hospital del Valle del Guadalhorce es provisional. Fuentes consultadas indicaron que ahora que hay menos presión asistencial en el Clínico dado que hay muchísimos menos pacientes de coronavirus, podría volver a este hospital. De lo contrario, dicen, si esa provisionalidad va a ser más duradera, es imprescindible que se dote la Unidad de Mama de ese profesional indispensable que es el especialista en Anatomía Patológica.
Mientras la paciente está anestesiada sobre la mesa de operaciones, el patólogo no sólo va confirmando si no hay células tumorales –y en ese caso concluye la intervención– o si existen infiltraciones cancerígenas microscópicas –lo que aconseja extirpar un poco más–. También biopsia los ganglios de la axila. Sus resultados intraoperatorios permiten, en caso de que se confirme que hay metástasis, su vaciamiento dentro de la misma intervención.
Aún en los casos en los que las operaciones se realizan con la participación de un patólogo, hay algunas pacientes que deben ser reintervenidas porque la certeza nunca es absoluta. Pero la postura de los profesionales es que las pacientes reoperadas sean las mínimas, las absolutamente inevitables. No que algunas deban pasar por segunda vez por el quirófano porque no haya un patólogo junto al cirujano que le dé la seguridad, con el microscopio, de que ha extirpado todas las células tumorales.
El hospital, ante la reivindicación de sus profesionales, asegura que ya se está operando otra vez cáncer de mama en el Clínico y que los casos intervenidos en el Guadalhorce fueron “puntuales y muy seleccionados” porque eran pacientes no demorables. Además, apuntaron que la biopsia intraoperatoria que hace el patólogo es orientativa y que también a veces han tenido que reintervenirse enfermas operadas en el Clínico. La actividad quirúrgica de la Unidad de Mama del Clínico se realiza en el Hospital del Valle del Guadalhorce desde el pasado 31 de marzo, cuando debió trasladarse allí para hacer sitio en el edificio de Teatinos a los ingresados por coronavirus, que llegaron a ser más de 200. Con motivo de la pandemia, el centro sanitario de Cártama abrió también la planta de hospitalización que estaba sin uso, con lo que pudo aliviar la presión asistencial del Covid sobre el Clínico.