Fuente: www.immedicohospitalario.es
Muchas pacientes con cáncer de mama que se someten a una mastectomía sopesan los beneficios de recibir implantes reconstructivos frente al riesgo de desarrollar un segundo cáncer, sobre todo, si tienen en cuenta la tendencia al alza, en los últimos años, de la incidencia de linfoma anaplásico de células grandes (ALCL) (un tipo de cáncer raro), atribuido al creciente uso de implantes mamarios texturizados.
Sin embargo, un nuevo estudio del Centro médico Irving de la Universidad de Columbia (EEUU) arroja luz sobre este dilema, al hallar que el riesgo de desarrollar ALCL después de la cirugía reconstructiva es extremadamente bajo, estimando que podría manifestarse en unos 12 casos por cada millón de mujeres que se han sometido a una cirugía reconstructiva.
El estudio fue diseñado con el fin de obtener información precisa sobre el riesgo de ALCL en sobrevivientes de cáncer de mama que han optado por la colocación de implantes mamarios después de una mastectomía.
Los investigadores utilizaron un registro nacional de cáncer para identificar a 57.000 mujeres que se habían sometido a una mastectomía con reconstrucción con implantes por cáncer de mama o carcinoma ductal in situ (una etapa temprana no invasiva del cáncer de mama) entre 2000 y 2018. La mediana del tiempo de seguimiento fue de siete años y, aproximadamente, 16.000 mujeres fueron seguidas durante al menos 10 años.
Aunque el estudio encontró que las mujeres que han tenido implantes mamarios después de una mastectomía tienen un mayor riesgo de ALCL que las mujeres en general (cada año, se esperan 0.3 casos por millón en la población general), “debe tenerse en cuenta que ALCL es un cáncer raro“, indicó el líder del estudio, el Dr. David Horowitz, profesor asistente de oncología radioterápica en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia. “Entre las 57.000 mujeres del estudio, solo se diagnosticaron cinco casos de ALCL durante los 421.000 años combinados de seguimiento”, añadió
“Para muchas mujeres, la reconstrucción mamaria después de la mastectomía es extremadamente importante para la calidad de vida, y las mujeres deben sentirse cómodas con los implantes sin aumentar las cargas psicológicas que conlleva un diagnóstico de cáncer de mama“, según los autores de este trabajo. “Según nuestros hallazgos, no creemos que se deba disuadir a las mujeres de someterse a una reconstrucción mamaria basada en implantes después de una mastectomía únicamente por el riesgo de ALCL“, concluyeron.