Esta filosofía -radical por encima de todo- ha venido cambiando desde la década de 1990, gracias también a los notables avances en el diagnóstico, que nos presentan tumores muy diferentes y nos permiten ser más sutiles, gracias también al mejor conocimiento de la biología tumoral y a los actuales tratamientos adyuvantes que facilitan la personalización del tratamiento en su conjunto. De lo radical y supraradical hemos pasado a lo selectivo y ultraselectivo, y hemos descubierto que menos puede ser más en la calidad de vida de nuestras pacientes.
La filosofía del tratamiento conservador de la mama se ha visto complementada y facilitada con la inclusión de la cirugía oncoplástica, que abre un abanico de posibilidades para la obtención de márgenes libres y adecuados en la excisión del tumor mediante el uso de técnicas, inicialmente desarrolladas para el tratamiento estético de la mama, pero que permiten la obtención de resultados perfectamente válidos desde el punto de vista oncológico, sin renunciar a mantener e incluso mejorar la estética de la mama.
Al abrir esta caja de Pandora lo hacemos con determinación, pero con la prudencia necesaria, sabiendo que nuevos escenarios plantean nuevos interrogantes, nuevas controversias, enormes debates.
Este reto sólo es posible desde el abordaje multidisciplinar, que está implícito en las Unidades de Mama, que es como debe abordarse el tratamiento actual del cáncer de mama; implícito también en los congresos de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, multidisciplinar desde su fundación.
Dr. Salomón Menjón Beltrán.