Fuente: www.canalsur.es
Una investigación de la Universidad de Almería (UAL) ha demostrado, tras cinco años de estudio, que las mujeres operadas de cáncer de mama recuperan la movilidad del brazo mucho mejor y más rápido con los ejercicios de fuerza.
El brazo se ve afectado porque a la hora de la operación se quitan ganglios de la zona de la axila. La recomendación hasta ahora era que las mujeres no cogieran peso ni hicieran fuerza.
Maribel, Carmen, Isabel y Damiana han sido operadas de cáncer de mama, y en el caso de Damiana, también de útero. Las cuatro participan en el proyecto de investigación de la Universidad de Almería que estudia cómo los ejercicios de fuerza afectan a estas mujeres. Para ellas supone un antes y un después de la operación y del tratamiento, tanto física como mentalmente.
Tras cinco años de estudios, los resultados indican que el ejercicio mejora mucho y más rápido la movilidad del brazo afectado por la operación, como explica Manuel Rodríguez Pérez, investigador de Ciencias Físicas y del Deporte de la Universidad de Almería.
Además, reduce la aparición del linfedema, que es la acumulación de líquido linfático, en el brazo, uno de los efectos secundarios que pueden aparecer tras una operación de cáncer de mama.